CÓMO DETECTAR LA ENFERMEDAD ARTERIAL PERIFÉRICA
La arterioesclerosis es una enfermedad sistémica, crónica y progresiva caracterizada por un endurecimiento y estrechamiento de las paredes de las arterias y venas de gran calibre.
Sus principales manifestaciones clínicas son el infarto cardiaco (cardiopatía isquémica, el accidente cerebrovascular y la arteriopatía periférica.
La existencia de la arteriopatía periférica indica elevado riesgo de que el paciente presente un evento coronario o cerebrovascular (comúnmente conocidos como infarto o embolia).
Para llegar a un diagnóstico concluyente de esta enfermedad durante la consulta de Medicina Interna se realiza una prueba complementaria llamada cálculo del índice tobillo brazo.
Se considera que el cálculo del Índice tobillo Brazo es la prueba diagnóstica para arteriopatía periférica que presenta mejor rendimiento, por sencilla e indolora, de costo bajo con una gran eficacia para detectar la enfermedad, también cuantificar su severidad y valora la evolución durante el posterior seguimiento con su médico internista.
SI USTED TIENE ENFERMEDAD ARTERIAL PERIFÉRICA O QUIERE EVITARLA
En mayores de 40 años de edad además de esta prueba se debe determinar un riesgo cardiovascular a 10 años con un perfil de lípidos (solicitado en laboratorio).
También en estos casos se pueden tomar vitaminas o suplementos que pueden resultar ser beneficioso para la enfermedad arterial periférica.
Los ácidos grasos omega-3 o lo que se llama de cadena larga n-3 ácidos grasos poliinsaturados se encuentran principalmente en pescados. Si bien no hay evidencia clara de que los suplementos de ácidos grasos omega-3 mejoran la capacidad de caminar en personas con enfermedad arterial periférica, estos ácidos si reducen las tasas de mortalidad general. El tomar grandes dosis durante un período prolongado parece proporcionar un beneficio de salud para las personas con enfermedad arterial periférica, una dieta como la mediterránea tiene muchas fuentes de omega 3.
Ácido fólico y vitaminas del grupo B tienen un bajo riesgo como suplementos, pero hay poca evidencia de mejoría en la enfermedad arterial periférica o en disminuir el riesgo cardiovascular. Estos suplementos pueden ser perjudiciales en pacientes con enfermedad renal. La ingesta de dosis baja (400 mcg) es la recomendada para mantener una buena salud en general.
La vitamina C se ha demostrado la disminución de concentraciones de vitamina C en personas con enfermedad arterial. Sin embargo, no hay suficientes estudios que muestran una reducción en la enfermedad arterial periférica o el riesgo cardiovascular con la administración de estos suplementos.
La vitamina D se ha demostrado una disminución de la concentración de esta vitamina en las personas con enfermedad arterial periférica. Aun así, la suplementación no ha demostrado efectos benéficos para las personas con enfermedad arterial periférica y cuando los niveles son normales un aumento de la dosis puede aumentar el riesgo de deposición de calcio en los vasos sanguíneos. Se recomiendan dosis diarias de 700 UI para la salud en general, recordar, sobre todo, sin evidencia de un déficit, es injustificada su suplementación y puede resultar perjudicial, pida la opinión individualizada de su médico internista.
La vitamina E se ha demostrado una disminución de esta vitamina en las personas con enfermedad arterial periférica, y se cree que su deficiencia puede empeorar los síntomas de enfermedad arterial periférica. Sin embargo, los suplementos de vitamina E no han demostrado poder reducir el riesgo de progresión de la enfermedad arterial periférica. Además, esta vitamina se debe utilizar con precaución en pacientes que toman anticoagulantes, ya que puede aumentar el riesgo de sangrado.
RECUERDE: La mejor manera de evitar la enfermedad arterial es con el seguimiento estrecho por su Médico Internista, una correcta dieta y ejercicio.
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